lunes, 10 de agosto de 2020

Desgarros

 

Una noticia

       que se escuchó por una radio de onda corta,

una carta,

una cita.

 

   Peregrinar

   como un espectro que viaja por las pupilas de quien lo contempla

   con vestiduras de príncipe

   tratando de apartar con una sonrisa la posibilidad concreta de ser aplastado

   por un jinete de metal.


Camino entre puestos de una feria, entre pregones,

por las dársenas de un puerto

por calles donde se cierran todos los postigos.

 

   Mientras el cuerpo empuja, requiere, absorbe…

    en actos que debemos traspasar.


Ni un escudo, ni una bandera en el balcón,

pero está, en su silla, detrás del escritorio,

 -La luz que llega desde una claraboya alcanza 

   para ver la mueca que esboza al decir "No"-.


   El peso de la cordura.

   El recuerdo de un barrilete hecho con papel de diario

   con una cola de tela de algodón, verde y blanca, de Banfield.


Años después, la meta, el retorno.


Y enfrente el infinito

semejante a una marea de paciencia

que revive la piel.

 

 

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