domingo, 24 de junio de 2018

Proclamas

Luz y sosiego
como un espejismo
al final de las heridas.

Tal vez porque la verdad hace y deshace anocheceres y ternuras
cada recuerdo
más allá de la entrega
de esplendores
del espanto…

¿Qué sobre el afán del reencuentro?

Es siempre la crudeza del hado
latente
hilando un desafío
para Ser
para perdurar en los nombres que ostentamos.

¿Ayudan los jazmines y aquel barquito de papel?

Los vaivenes de la duda cuestionan hasta la eternidad;
ahora los sueños parecen extinguidos
    (Nadie confiesa rendir culto a las ninfas
           ni invocar la inspiración de las musas).

Sin embargo
de espaldas al final
a la resignación
en ese barrio de casas e iglesias en blanco
distante de todo remanso
reafirmo Nuestro principio:
                                        aún Te anhelo.
                                     

lunes, 18 de junio de 2018

Miradas

Son tus ojos, no lo dudes,
que titilan y esperan un signo de embeleso.

Es tu mirada que busca, entre espacios y letras,
encender desde un tablado el rechinar de la vida
                            -testigo el fuego de tu estirpe-.

—¿Por qué la indiferencia? —preguntaste.

Y sin aguardar respuesta evadiste una impostura tras otra
con la claridad de una memoria
                           que vuelve de las cenizas
para negar el confín que nos rodea.


lunes, 11 de junio de 2018

Decursos

Busco ecos de un amor

frente a un decorado tapizado con apariencias.


Para mi pesar

sólo distingo el sonido de un saxo

que se pierde en la eternidad.


Desde un muro cubierto por espejos

llegan destellos de neón

y reflejos de sonrisas cargadas con estoicismo.


Mi ego

entre el orbe y su imagen

como el pasajero de un subterráneo

que va y viene atravesando lustros

sin descanso.


¿Cómo convalecer de la obscuridad

de la apatía?


¿Nace aquí la reflexión?

 


Letargo

Hay un lugar
a la vuelta de mi mente
de la locura...
que quiero recordar
acostado
bajo el consuelo del viento.


En la solemnidad de la espesura
los árboles cantan
todavía
a quien los contempla.

Al cerrar los párpados
la luz brilla en cada hoja
en cada rama
más y más intensa.

Despierto.

El aire envía golpes de blancura
en notas de armonía
y pasan reflejos de escuelas, fábricas y catedrales,
de banderas que aprietan esperanza con sus paños
con estertores
como mantas de fuego.

El día sube
y caen años
en añicos de cristal.