jueves, 14 de noviembre de 2019

Fugacidades

Está por llover entre las ánimas
encima del pulso de cada sobreviviente.

Aquí estamos, bajo la mirada de campanarios y edificios,
erguidos
a pesar de haber partido el último tren, la última gaviota.

El frío silencia calles y balcones.

Todo consiste
                    en no desesperar.

Al amanecer
un dúo de maniquíes habrá de pintar con luz
                                                   vidrieras y ventanas
                                                              la comarca entera.




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