lunes, 11 de junio de 2018

Letargo

Hay un lugar
a la vuelta de mi mente
de la locura...
que quiero recordar
acostado
bajo el consuelo del viento.


En la solemnidad de la espesura
los árboles cantan
todavía
a quien los contempla.

Al cerrar los párpados
la luz brilla en cada hoja
en cada rama
más y más intensa.

Despierto.

El aire envía golpes de blancura
en notas de armonía
y pasan reflejos de escuelas, fábricas y catedrales,
de banderas que aprietan esperanza con sus paños
con estertores
como mantas de fuego.

El día sube
y caen años
en añicos de cristal.

 

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