Otoños
de ser las presas
en una cacería
distingo tu forma bajo colores que huyen
a un lugar que no existe.
la injuria reúne vigores
-a la zaga de vitrales ensamblados por mutismo-
y busca atravesar con alucinaciones
mi cordura.
-deslumbrado por escapar de un cubil
que modela mis sentidos-
ruego por un ademán
por una contraseña
en otro intento para acceder
al roce de tus labios.