Siluetas
Detrás de los límites
me agrada creer en el despertar del espíritu
en el de aquellos corazones que deciden escapar de la esclavitud;
creer que se puede regresar,
un día,
tras las ruinas de los sentidos
aún sin haber develado del todo los secretos
que dieron curso al embeleso
a la pasión que nos acerca.
domingo, 30 de diciembre de 2018
domingo, 16 de diciembre de 2018
Infinitudes
Atenta la percepción
al perfil de la inmensidad
con fulgores de infancia
y cenizas de pérdidas
flotando entre nubarrones.
De cualquier manera
-con avances y retrocesos
entre aseveraciones y arrepentimientos-
cada ser pinta, en la trastienda de la existencia,
el paisaje de su karma
enmarcado
por una escenografía que fermenta
de semblanza
de crónicas
de carne y alma desgarrada.
Atenta la percepción
al perfil de la inmensidad
con fulgores de infancia
y cenizas de pérdidas
flotando entre nubarrones.
De cualquier manera
-con avances y retrocesos
entre aseveraciones y arrepentimientos-
cada ser pinta, en la trastienda de la existencia,
el paisaje de su karma
enmarcado
por una escenografía que fermenta
de semblanza
de crónicas
de carne y alma desgarrada.
domingo, 2 de diciembre de 2018
viernes, 23 de noviembre de 2018
domingo, 18 de noviembre de 2018
Pórticos
Estoy de pie en el aula donde nos conocimos,
donde nos amamos, una vez.
Miro cómo, detrás de la ventana, crecieron árboles a orillas del camino,
cómo otros faltan, y su lugar es señalado por hojas ajenas
que el viento amontona entre silbidos.
Pero, sobre todo, es tu voz la que escucho,
tu canto,
que cae a mí
un poco más acá de esta niebla
la cual devora poco a poco las formas que me rodean.
Y suplico que abras del todo mi conciencia
para contener al fin remolinos de tiempo
de espera
con tu hálito,
semejante a una cortina de luz que atraviesa el vacío
y la ausencia;
con tu magia,
que devela las puertas que el hado ofrece para abrir o cerrar
( y conforman una cadena de acertijos
cuyo significado -aunque puedo presentir-
no alcanzo a comprender).
Estoy de pie en el aula donde nos conocimos,
donde nos amamos, una vez.
Miro cómo, detrás de la ventana, crecieron árboles a orillas del camino,
cómo otros faltan, y su lugar es señalado por hojas ajenas
que el viento amontona entre silbidos.
Pero, sobre todo, es tu voz la que escucho,
tu canto,
que cae a mí
un poco más acá de esta niebla
la cual devora poco a poco las formas que me rodean.
Y suplico que abras del todo mi conciencia
para contener al fin remolinos de tiempo
de espera
con tu hálito,
semejante a una cortina de luz que atraviesa el vacío
y la ausencia;
con tu magia,
que devela las puertas que el hado ofrece para abrir o cerrar
( y conforman una cadena de acertijos
cuyo significado -aunque puedo presentir-
no alcanzo a comprender).
viernes, 9 de noviembre de 2018
Paliativos
Cada despertar restaura el consuelo de la escritura
la duda frente al presente.
Así existe la posibilidad de mudar disfraces
de impugnar toda indiferencia.
Así, con tinta
con magia
habremos de rebatir los valores que el hambre proclamó;
de acusar a la usura
que asciende como sonámbula para urdir el ocaso
tallando escalones de hielo
en los laberintos de la mente.
Cada despertar restaura el consuelo de la escritura
la duda frente al presente.
Así existe la posibilidad de mudar disfraces
de impugnar toda indiferencia.
Así, con tinta
con magia
habremos de rebatir los valores que el hambre proclamó;
de acusar a la usura
que asciende como sonámbula para urdir el ocaso
tallando escalones de hielo
en los laberintos de la mente.
miércoles, 31 de octubre de 2018
Portentos
Huele a hogar,
a leña de ciprés ardiendo
que impregna las cortinas del cuarto, la sala, el vestíbulo…
El resplandor pinta de rojo a la mujer
quien aviva el fuego con su melodía
hasta que la mañana se filtra por los postigos
hacia sus ojos, a su talle,
y señala el límite de un encanto…
Otra vez el día.
La figura en el jardín agita sus manos,
desde los rayos del sol
meciéndose, como al compás de la música que cesó,
en tanto oscilan pétalos de amapolas;
las copas de los árboles…
Los brazos se extienden y otras siluetas se acurrucan entre las nubes
como niños
que buscan brillar
y continuar su canto
lejos de las sombras.
Huele a hogar,
a leña de ciprés ardiendo
que impregna las cortinas del cuarto, la sala, el vestíbulo…
El resplandor pinta de rojo a la mujer
quien aviva el fuego con su melodía
hasta que la mañana se filtra por los postigos
hacia sus ojos, a su talle,
y señala el límite de un encanto…
Otra vez el día.
La figura en el jardín agita sus manos,
desde los rayos del sol
meciéndose, como al compás de la música que cesó,
en tanto oscilan pétalos de amapolas;
las copas de los árboles…
Los brazos se extienden y otras siluetas se acurrucan entre las nubes
como niños
que buscan brillar
lejos de las sombras.
miércoles, 10 de octubre de 2018
Resurrecciones
Te hablo
con la vehemencia por describir el sendero que recorrí,
aleteando durante antiguos pasos.
Suplico que escuches
que hagas un alto
para abrazarte
padeciendo, incluso, la amenaza de que mi voz no llegará a tus oídos
ni mi tacto a la fragilidad de tus manos...
-La belleza desata tormentas
que ahogan amarguras y distancias
con ráfagas de seducción.-
Tras caminar por habitaciones cargadas de sordidez
en nuestro lecho percibo tu aliento
-párpados que dejan caer lágrimas de cristal
para ser enjugadas con estos labios-
y enraizado en ondas de frío
emerge tu cuerpo
y crece
bajo luces que también han escapado
de lo invisible.
Te hablo
con la vehemencia por describir el sendero que recorrí,
aleteando durante antiguos pasos.
Suplico que escuches
que hagas un alto
para abrazarte
padeciendo, incluso, la amenaza de que mi voz no llegará a tus oídos
ni mi tacto a la fragilidad de tus manos...
-La belleza desata tormentas
que ahogan amarguras y distancias
con ráfagas de seducción.-
Tras caminar por habitaciones cargadas de sordidez
en nuestro lecho percibo tu aliento
-párpados que dejan caer lágrimas de cristal
para ser enjugadas con estos labios-
y enraizado en ondas de frío
emerge tu cuerpo
y crece
de lo invisible.
domingo, 30 de septiembre de 2018
Sustantividades
Ahora en mi cama
la soledad
como una pesadilla
de la que no puedo regresar.
Ahora de cara a la sombra
del infinito
en un intento por investigar el don de modificar sucesos
con signos de clarividencia
y así volver a casa
de nuevo
abriéndonos paso en la creación
como iluminados
por soles de otro mundo.
Transformaciones
Acrílico de Verónica Barrios
Ahora en mi cama
la soledad
como una pesadilla
de la que no puedo regresar.
Ahora de cara a la sombra
del infinito
en un intento por investigar el don de modificar sucesos
con signos de clarividencia
y así volver a casa
de nuevo
abriéndonos paso en la creación
como iluminados
por soles de otro mundo.
Transformaciones
Acrílico de Verónica Barrios
miércoles, 19 de septiembre de 2018
Prodigios
A Teodora Nogués
Detrás del tráfico, la ciudad:
pibas y pibes pidiendo ayuda, vendiendo lo que sea,
gente caminado
corriendo
entre torres, ventanales, oficinas;
los sótanos…
El sol, encima, aún reluce sobre el smog;
como un fuego que todo renueva.
En la avenida alguien detiene el ritmo de su pulso
enciende las balizas y baja del auto.
Las pupilas
ahora
despiertan,
en una mirada que perdona lo necesario:
-…abrí los ojos, profanador que no fuiste,
senador, concejal, mecánico frustrado;
persona ante todo.
Abrí los ojos desde el sopor
al aire
que podés respirar
a una senda donde alejarte de la ferocidad
de toda ferocidad…- .
La bocinas insultan al universo.
El hombre observa y contempla;
de a poco parece comprender que descuidó el apuro
pero ganó parte de su tiempo.
Un Hada,
desde la vereda, realizó el prodigio.
Yo lo sé.
que después la guió de vuelta, suavemente,
a otra calle,
a una plaza,
junto a su canasta repleta de títeres
para realizar otra maravilla.
domingo, 9 de septiembre de 2018
Fundamentos
Nada de nadie;
tan sólo un cuadro en blanco,
y el cansancio.
¿La muerte?
¿Cómo puede ocupar
a lo lejos
el lugar de la risa?
El conjuro consiste en plasmar en la tela
miedos, silencio y fuego.
Tu arte
para que aflore el deseo,
como un abrazo a la vitalidad.
Después habrá otro tiempo,
la verdad,
nosotros.
Nada de nadie;
tan sólo un cuadro en blanco,
y el cansancio.
¿La muerte?
¿Cómo puede ocupar
a lo lejos
el lugar de la risa?
El conjuro consiste en plasmar en la tela
miedos, silencio y fuego.
Tu arte
para que aflore el deseo,
como un abrazo a la vitalidad.
Después habrá otro tiempo,
la verdad,
nosotros.
jueves, 30 de agosto de 2018
Postulados
Una pretensión
pulverizada por un gesto
-en la arena rueda el resultado-.
Pero el tesón invita a la duda;
como una heroína de ojos candentes exhorta a esperar,
a un diálogo, a quedarse.
Hay un rechinar de preguntas
y de hoscas respuestas,
una oración.
Quienes saben de apretar sus mandíbulas podrán jugar
-casi al ras del decir -
a levantarse
sin anhelar venganza
sin solución a lo urgente.
Vivimos,
y por mi parte también he renunciado
a los encantos de una lamia,
a padecer ese tirón
que engendra el horror.
Una pretensión
pulverizada por un gesto
-en la arena rueda el resultado-.
Pero el tesón invita a la duda;
como una heroína de ojos candentes exhorta a esperar,
a un diálogo, a quedarse.
Hay un rechinar de preguntas
y de hoscas respuestas,
una oración.
Quienes saben de apretar sus mandíbulas podrán jugar
-casi al ras del decir -
a levantarse
sin anhelar venganza
sin solución a lo urgente.
Vivimos,
y por mi parte también he renunciado
a los encantos de una lamia,
a padecer ese tirón
que engendra el horror.
miércoles, 15 de agosto de 2018
miércoles, 8 de agosto de 2018
Observaciones
Está ahí,
a la orilla del río
donde termina la tarde
saboreando la luna
que se ha colado entre las nubes.
Ni vos
ni nadie.
Sólo algunos trinos que anuncian el sueño
próximo
del mundo.
Está,
se ha puesto al acecho, en guardia,
tanto como si buscara defenderse de una emboscada
apartándose
de donde crecen farolas, como del sexo sin amor:
mi sombra,
mi soledad.
La veo, al límite de lo invisible,
deambulando por el frío
alejándose
rumbo a la noche…
Está ahí,
a la orilla del río
donde termina la tarde
saboreando la luna
que se ha colado entre las nubes.
Ni vos
ni nadie.
Sólo algunos trinos que anuncian el sueño
próximo
del mundo.
Está,
se ha puesto al acecho, en guardia,
tanto como si buscara defenderse de una emboscada
apartándose
de donde crecen farolas, como del sexo sin amor:
mi sombra,
mi soledad.
La veo, al límite de lo invisible,
deambulando por el frío
alejándose
rumbo a la noche…
jueves, 2 de agosto de 2018
Aguantaderos
Aquella esquina
-donde sentados a una mesa ambos nos escuchábamos
frente a tazas que humeaban-
cubría la clandestinidad
bajo su cielo raso de ladrillos
como un cubil.
Así resistíamos.
Porque las noticias eran confusas
-sabíamos que (cada tanto)
los armadores de discursos divulgaban mentiras
para confundir a la población-.
Porque en el insomnio la realidad se disuelve
con la espera
y esa tarea, esperar,
nos comprometía
nos obsesionaba;
esperar
a que un ángel surgiera de un soplo de brisa
para empujar el corazón
a latir,
a seguir en su empeño ante cada abismo donde anidaba el desdén,
a conservar ideales
tallados en su interior.
Aquella esquina
-donde sentados a una mesa ambos nos escuchábamos
frente a tazas que humeaban-
cubría la clandestinidad
bajo su cielo raso de ladrillos
como un cubil.
Así resistíamos.
Porque las noticias eran confusas
-sabíamos que (cada tanto)
los armadores de discursos divulgaban mentiras
para confundir a la población-.
Porque en el insomnio la realidad se disuelve
con la espera
y esa tarea, esperar,
nos comprometía
nos obsesionaba;
esperar
a que un ángel surgiera de un soplo de brisa
para empujar el corazón
a latir,
a seguir en su empeño ante cada abismo donde anidaba el desdén,
a conservar ideales
tallados en su interior.
miércoles, 25 de julio de 2018
domingo, 22 de julio de 2018
domingo, 24 de junio de 2018
Proclamas
Luz y sosiego
como un espejismo
al final de las heridas.
Tal vez porque la verdad hace y deshace anocheceres y ternuras
cada recuerdo
más allá de la entrega
de esplendores
del espanto…
¿Qué sobre el afán del reencuentro?
Es siempre la crudeza del hado
latente
hilando un desafío
para Ser
para perdurar en los nombres que ostentamos.
¿Ayudan los jazmines y aquel barquito de papel?
Los vaivenes de la duda cuestionan hasta la eternidad;
ahora los sueños parecen extinguidos
(Nadie confiesa rendir culto a las ninfas
ni invocar la inspiración de las musas).
Sin embargo
de espaldas al final
a la resignación
en ese barrio de casas e iglesias en blanco
distante de todo remanso
reafirmo Nuestro principio:
aún Te anhelo.
Luz y sosiego
como un espejismo
al final de las heridas.
Tal vez porque la verdad hace y deshace anocheceres y ternuras
cada recuerdo
más allá de la entrega
de esplendores
del espanto…
¿Qué sobre el afán del reencuentro?
Es siempre la crudeza del hado
latente
hilando un desafío
para Ser
para perdurar en los nombres que ostentamos.
¿Ayudan los jazmines y aquel barquito de papel?
Los vaivenes de la duda cuestionan hasta la eternidad;
ahora los sueños parecen extinguidos
(Nadie confiesa rendir culto a las ninfas
ni invocar la inspiración de las musas).
Sin embargo
de espaldas al final
a la resignación
en ese barrio de casas e iglesias en blanco
distante de todo remanso
reafirmo Nuestro principio:
aún Te anhelo.
lunes, 18 de junio de 2018
Miradas
Son tus ojos, no lo dudes,
que titilan y esperan un signo de embeleso.
Es tu mirada que busca, entre espacios y letras,
encender desde un tablado el rechinar de la vida
-testigo el fuego de tu estirpe-.
—¿Por qué la indiferencia? —preguntaste.
Y sin aguardar respuesta evadiste una impostura tras otra
con la claridad de una memoria
que vuelve de las cenizas
para negar el confín que nos rodea.
Son tus ojos, no lo dudes,
que titilan y esperan un signo de embeleso.
Es tu mirada que busca, entre espacios y letras,
encender desde un tablado el rechinar de la vida
-testigo el fuego de tu estirpe-.
—¿Por qué la indiferencia? —preguntaste.
Y sin aguardar respuesta evadiste una impostura tras otra
con la claridad de una memoria
que vuelve de las cenizas
para negar el confín que nos rodea.
lunes, 11 de junio de 2018
Decursos
Busco ecos de un amor
frente a un decorado tapizado con apariencias.
Para mi pesar
sólo distingo el sonido de un saxo
que se pierde en la eternidad.
Desde un muro cubierto por espejos
llegan destellos de neón
y reflejos de sonrisas cargadas con estoicismo.
Mi ego
entre el orbe y su imagen
como el pasajero de un subterráneo
que va y viene atravesando lustros
sin descanso.
¿Cómo convalecer de la obscuridad
de la apatía?
¿Nace aquí la reflexión?
Busco ecos de un amor
frente a un decorado tapizado con apariencias.
Para mi pesar
sólo distingo el sonido de un saxo
que se pierde en la eternidad.
Desde un muro cubierto por espejos
llegan destellos de neón
y reflejos de sonrisas cargadas con estoicismo.
Mi ego
entre el orbe y su imagen
como el pasajero de un subterráneo
que va y viene atravesando lustros
sin descanso.
¿Cómo convalecer de la obscuridad
de la apatía?
¿Nace aquí la reflexión?
Letargo
Hay un lugar
a la vuelta de mi mente
de la locura...
que quiero recordar
acostado
bajo el consuelo del viento.
Hay un lugar
a la vuelta de mi mente
de la locura...
que quiero recordar
acostado
bajo el consuelo del viento.
En la solemnidad de la espesura
los árboles cantan
todavía
a quien los contempla.
Al cerrar los párpados
la luz brilla en cada hoja
en cada rama
más y más intensa.
Despierto.
El aire envía golpes de blancura
en notas de armonía
y pasan reflejos de escuelas, fábricas y catedrales,
de banderas que aprietan esperanza con sus paños
con estertores
como mantas de fuego.
El día sube
y caen años
en añicos de cristal.
los árboles cantan
todavía
a quien los contempla.
Al cerrar los párpados
la luz brilla en cada hoja
en cada rama
más y más intensa.
Despierto.
El aire envía golpes de blancura
en notas de armonía
y pasan reflejos de escuelas, fábricas y catedrales,
de banderas que aprietan esperanza con sus paños
con estertores
como mantas de fuego.
El día sube
y caen años
en añicos de cristal.
martes, 22 de mayo de 2018
Asesinatos
En el vestíbulo de la estación yacen los cuerpos
como trofeos a la infamia
después de la masacre.
Un asesino sonríe
para elogio de sicarios.
Todavía golpea el dolor;
a cada instante,
a cada persona,
al universo entero.
En recuerdo de Maximiliano Kosteki, Darío Santillán y de todas aquellas personas
martirizadas por buscar un mundo mejor.
En el vestíbulo de la estación yacen los cuerpos
como trofeos a la infamia
después de la masacre.
Un asesino sonríe
para elogio de sicarios.
Todavía golpea el dolor;
a cada instante,
a cada persona,
al universo entero.
En recuerdo de Maximiliano Kosteki, Darío Santillán y de todas aquellas personas
martirizadas por buscar un mundo mejor.
lunes, 23 de abril de 2018
Mazmorras
Invierno.
El cielo está cubierto por copos de mutismo
y, no obstante, sus bramidos atraviesan muros
y barrotes
para imputar al fuego su avaricia
en tejer tramas de fantasía,
abrazos de cobre.
Los recuerdos desesperan ante el olvido.
Mas Cristo aún existe en el reflejo del crepúsculo.
Resistir:
a este y a cualquier estado
a quienes fuimos
a qué vendrá…
Resistir.
¡Resistir!
Invierno.
El cielo está cubierto por copos de mutismo
y, no obstante, sus bramidos atraviesan muros
y barrotes
para imputar al fuego su avaricia
en tejer tramas de fantasía,
abrazos de cobre.
Los recuerdos desesperan ante el olvido.
Mas Cristo aún existe en el reflejo del crepúsculo.
Resistir:
a este y a cualquier estado
a quienes fuimos
a qué vendrá…
Resistir.
¡Resistir!
jueves, 15 de febrero de 2018
Círculos
Detesto mirar los relojes;
pero ahora sólo puedo apelar a ver cómo las agujas, paso a paso,
avanzan por el fondo blanco
recorriendo segundos y minutos
dejando atrás
entre número romanos
el mañana.
-Sé que cuanto hicimos, para nada, fue “correcto”;
“correcto”, entre comillas,
porque, ¿acaso fue malo seguir semejantes sentimientos?-
Cada tren que llega al andén es como una marea de gente
que parece liberarse
de alguna forma de encierro,
de una espera,
que sube o baja de cada vagón para seguir viaje hacia alguna parte.
No es mi caso.
En un banco de la estación asisto a que no llegues;
porque me empeñé en que no supieras más de mí.
Tampoco llegará el perdón, el propio;
el perdón por no seguir.
Porque son tus ojos, es esa chispa constante,
como una luz que viene de tus antepasados, de tu cuna;
es esa mirada la que conmueve, enamora,
aterroriza.
—¡Cuánta injusticia! —dijiste.
Y desde ahí el temor a un teléfono ligado o intervenido,
a un buche;
a un “juez” que pudiera “actuar de oficio”;
a una puerta que se abre…
No, no puedo.
Quiero quedarme
en manos del viento;
todavía con ganas de sentir el sol,
las olas del mar
en el cuerpo.
Que me dejen.
Los trenes llegan y parten.
Es menor el gentío.
Es hora de dormir
de reposar para enfrentar otra jornada.
Yo sigo en el mismo banco
viendo cómo se fue mi futuro.
Apenas una voz, entre los acordes,
como quien viene del tango
de sus fuentes
al linde de un patio de ladrillos.
-…fueyes que suenan a la media luz.-.
Titilan pétalos de historia,
toda el alma
en reminiscencias
que llegan al son de la música.
Arriba, el cielo encandila de estrellas.
¡Y qué dicha!
Gozamos su lumbre
hasta que la noche se aleja con nosotros.
- … pensar que los hicieron hablar-.
miércoles, 7 de febrero de 2018
Preferencias
Llegan de lugares remotos
traen filmadoras, cámaras fotográficas y teléfonos "inteligentes",
aguardan horas
en filas
atraviesan salas repletas de gente…
Ahora se agolpan
se empujan
pugnan por estar frente a los lentes que capturan sus rostros
que graban el momento
que documentan la llegada a su meta.
Nadie parece observar el cuadro;
sólo posan
a su lado.
La Gioconda
desde su puerta a la eternidad
contempla,
medita
y sonríe
Llegan de lugares remotos
traen filmadoras, cámaras fotográficas y teléfonos "inteligentes",
aguardan horas
en filas
atraviesan salas repletas de gente…
Ahora se agolpan
se empujan
pugnan por estar frente a los lentes que capturan sus rostros
que graban el momento
que documentan la llegada a su meta.
Nadie parece observar el cuadro;
sólo posan
a su lado.
La Gioconda
desde su puerta a la eternidad
contempla,
medita
y sonríe
lunes, 5 de febrero de 2018
miércoles, 31 de enero de 2018
Faón
Por favor, ya no me ignores,
guardiana de mi cordura;
acercate
por tu gracia
desde tu séquito de mujeres
desde las musas.
Nada exijo.
Nada te reprocho.
Sólo imploro,
con un lenguaje semejante al que compartimos
en playas y prados.
No tengas miedo.
¿Qué podría pedir que no intuyas?
Sólo partir, ambos,
de heridas que declinan
de lamentos que emitimos hambrientos por celos.
¡Safo!
¡Soy yo!
Después del océano,
después de las cenizas,
como Vos.
Por favor, ya no me ignores,
guardiana de mi cordura;
acercate
por tu gracia
desde tu séquito de mujeres
desde las musas.
Nada exijo.
Nada te reprocho.
Sólo imploro,
con un lenguaje semejante al que compartimos
en playas y prados.
No tengas miedo.
¿Qué podría pedir que no intuyas?
Sólo partir, ambos,
de heridas que declinan
de lamentos que emitimos hambrientos por celos.
¡Safo!
¡Soy yo!
Después del océano,
después de las cenizas,
como Vos.
lunes, 22 de enero de 2018
lunes, 15 de enero de 2018
lunes, 8 de enero de 2018
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