Retratos
Toda vez
que caía el crepúsculo
podía ver mi soledad en fragmentos de abismos,
en un vapor que emergía
desde los confines del hado.
que caía el crepúsculo
podía ver mi soledad en fragmentos de abismos,
en un vapor que emergía
desde los confines del hado.
Un día, cuando pronuncié la palabra "justicia",
el tiempo esgrimió un espejo
donde contemplar odios propios y ajenos.
—Siempre los años —dije, en la búsqueda de mitigar el dolor;
y escuché cómo,
con las palmas abiertas,
aquellas figuras que se balanceaban entre tinieblas
imploraban piedad
por mí.
Obra pictórica de Graciela Verónica Barrios.
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