Rechazos
Duele ese cuerpo que te duele
el ir y venir por pasillos que huelen a congoja.
el ir y venir por pasillos que huelen a congoja.
¿Será cierto que nos vamos de este mundo
para volver…?
para volver…?
Duele tu respiración, que amenaza con callar.
¿Te acordás de cómo se jugaba a la rayuela,
a la escondida,
de aquel coro de muñecas y muñecos?
a la escondida,
de aquel coro de muñecas y muñecos?
¿Resonarán esas voces, todavía,
en las nubes
en las montañas
allí, donde se escucha el sonido de los tiempos?
Frente a una puerta entornada
a una habitación que se va sumiendo en el silencio
cierro los ojos
con la intención de recomponer palabras que hemos dicho,
las que preferimos omitir
con la intención de negar una despedida
que no acepto.
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