Metas
Madura la noche.
De a poco, de a saltos,
con fuerza
pretendo dar alcance
al olvido.
Pero no,
no hay caso…
Amanece
sin sonrisas
sin maquillar la memoria.
Y de nuevo a seguir
como un pájaro en otoño.
Ahora, nada más que caminar,
desde este dolor
sólo
para dejar un rastro que nadie habrá de seguir;
para esperar la clemencia de la lluvia, a la noche,
para esperar otra noche
otras noches
deseando tu luz.
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