Eximiciones
Es una casa de tres plantas
en un hartazgo de salas, recámaras y salones;
con pasillos que -en apariencia- no conducen a ningún sitio en especial
que sólo existen para lucir sordidez
para confundir
y demorar el paso de un lugar a otro.
Falta revoque y pintura en algunas paredes
-la obra fue abandonada sin terminar-.
Hay una habitación donde nunca entré.
Sé que ahí está "lo prohibido".
Sé que estás, ahí,
en ese lugar de la casa donde habito, hace años.
Desde un ventanal, el sol, al ponerse, resalta la puerta
su picaporte
el éxtasis del atrevimiento
y es entonces, después de contemplarla,
al momento de abrirla
cuando despierto al presente.
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