En penumbras
como si la noche volviera sobre sus pasos
como si no quisiera llegar a la ambigüedad del cuarto
donde la soledad ríe a carcajadas
ni a la calle donde el tiempo se detuvo en un abrazo.
-También esa mujer y ese hombre se han curtido en reproches
antes de enfrentar imposturas-.
Ella, vestida de noche,
se destaca sobre un fondo de bandoneones, violines y guitarras;
él, más al frente, de traje y micrófono en mano
ambos en un gris de ginebras y tabaco.
-Los condenados a pedir perdón saludan
desde una foto que se opaca-.
Obra pictórica de Rafael Barradas, The Tango: Museo Nacional
de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina.
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