jueves, 30 de agosto de 2018

Postulados



Una pretensión

pulverizada por un gesto

-en la arena rueda el resultado-.


Pero el tesón invita a la duda;

como una heroína de ojos candentes exhorta a esperar,

a un diálogo, a quedarse.


Hay un rechinar de preguntas

y de hoscas respuestas,

una oración.


Quienes saben de apretar sus mandíbulas podrán jugar

-casi al ras del decir -

a levantarse

sin anhelar venganza

sin solución a lo urgente.


Vivimos,

y por mi parte también he renunciado

a los encantos de una lamia,

a padecer ese tirón

que engendra el horror.



miércoles, 15 de agosto de 2018

Bosquejos

En alguna parte del destierro
con retazos de papel
y carbón
habré de trazar una postal sobre la nada
por deferencia
a los rasgos de tu rostro que conservo en la memoria



Olor a urgencia, a carne,
a sexos
              abrumados por el peso de las almas..



                               Esculturas de Natalia Marina Barbieri

miércoles, 8 de agosto de 2018

Observaciones

Está ahí,
a la orilla del río
donde termina la tarde
saboreando la luna
que se ha colado entre las nubes.

Ni vos
ni nadie.

Sólo algunos trinos que anuncian el sueño
próximo
del mundo.

Está,
se ha puesto al acecho, en guardia,
tanto como si buscara defenderse de una emboscada
apartándose
de donde crecen farolas, como del sexo sin amor:
mi sombra,
mi soledad.

La veo, al límite de lo invisible,
deambulando por el frío
alejándose
rumbo a la noche…





jueves, 2 de agosto de 2018

Aguantaderos

Aquella esquina

-donde sentados a una mesa ambos nos escuchábamos

frente a tazas que humeaban-

cubría la clandestinidad

bajo su cielo raso de ladrillos

como un cubil.

Así resistíamos.

Porque las noticias eran confusas

-sabíamos que (cada tanto)

los armadores de discursos divulgaban mentiras

para confundir a la población-.

Porque en el insomnio la realidad se disuelve

con la espera

y esa tarea, esperar,

nos comprometía

nos obsesionaba;

esperar

a que un ángel surgiera de un soplo de brisa

para empujar el corazón

a latir,

a seguir en su empeño ante cada abismo donde anidaba el desdén,

a conservar ideales

tallados en su interior.



Virajes

Me he abandonado a las palabras
atento, desde la calle, a un registro de sones y de silencios,
de caos
con porfía -igual a la rompiente que orada el acantilado-  en alzar los ojos
y no demorar la mirada en un hueco de penumbras
sólo para continuar
en el extravío de la vida.