Asedios
La ciudad tomada por antenas y pantallas:
resbala la fiebre por brazos que se cruzan
en calles y fábricas
en oficinas y muelles;
la publicidad al colmo
miseria
en un entorno de violencia
gritos y bocinas…
Apelo a la magia -en vano-
en un intento por no perder mis recuerdos.
Me aferro a la intuición
y rezo
para que no desfallezca el espíritu
para respirar otra bocanada de aire
-aunque sólo sea una más-
con sabor a ruinas
a nostalgias
y aguardo el paso de las walkirias.
Obra pictórica: Laberinto, de Salvador Dalí, Museo Dalí, Figueras, Pcia. de Gerona, Catalunya, España.
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