Poesías
Imploraciones
Una isla
-la paz de una costa abierta a la dicha
al fin
después de que las mariposas despejaran el cielo de tristezas-.
Tu túnica en la arena.
Tu cuerpo
-como la égloga más sublime-
que me habla de la Creación
del universo
de Dios.
Asperezas
Por favor, tomá mis manos
-un mar de fatigas me oprime-.
Por favor, mirame:
quiero en tus ojos, buscar el curso de mi ser.
A veces
lo que pasó regresa con vestidos de penitentes
en el reverso de la lluvia.